Cultivo de Canola
Cuidando la tierra.
Biodiversidad.
Las abejas y la canola: Una dulce relación.
Las abejas se sienten atraídas por las flores de canola de color amarillo brillante. El polen de las flores es un alimento ideal para las abejas, mientras que el néctar de canola proporciona una fuente de azúcar para la producción de miel. La miel de canola tiene un sabor suave y un color claro deseables.
Las abejas, por otro lado, pueden tener un impacto positivo en la producción de canola, ayudando a mejorar los rendimientos. Los agricultores de canola trabajan en estrecha colaboración con los apicultores para proteger a las abejas y esta relación es mutuamente beneficiosa. A lo largo de varias décadas, la cantidad de acres sembrados con canola y colonias de abejas han compartido un aumento lineal en números.
Enfriamiento de la Tierra.
Las prácticas de cultivo de canola ayudan a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero.
Uno de los mayores desafíos en el cultivo de canola es la competencia de las malezas. Los agricultores solían eliminar las malezas labrando el suelo, lo que provocaba pérdida de humedad y erosión. Las variedades de canola que son tolerantes a los herbicidas han ayudado a los agricultores a prescindir de la labranza y utilizar cantidades más pequeñas de herbicida para controlar las malezas. Al no labrar la tierra, los agricultores realizan menos pasadas por sus campos con tractores y otros equipos, lo que reduce las emisiones de combustible y de gases de efecto invernadero, al mismo tiempo, mejora la salud del suelo.